Hotel de nueva construcción: colchones cómodos, baños casi a estrenar y habitación amplia. Todo muy limpio y bien revisado, un hotel perfecto para visitar Kaunas porque se encuentra en la parte alta y el centro se alcanza a pie, a unos 20'. El paseo merece la pena aunque para luego quede la subida. Como curiosidad: el hotel se halla en un callejón sin asfaltar, junto a un prostíbulo que se ubica en lo que fue una fábrica abandonada, plagada de grafitis y ventanas apedreadas. Desde la calle se aprecian los percheros y se oye la música del espectáculo, todo un safari de coches y personajes en la calle, pero cada uno va a la suya, la sensación es de total normalidad. A las 23 horas o así cierran y todo el mundo a casa, confort total en las habitaciones.

Pésima atención del staff: a pesar de que nos costó más de 30' localizar al hotel dando vueltas y más vueltas sobre la manzana porque la dirección que proporcionan es equivocada (booking debería hacer algo al respecto), lo único que la recepcionista dijo al respecto es: "sí, a muchos clientes les pasa igual, la dirección no está bien", todo ello en un inglés muy básico que no le permitió darnos más indicaciones de la ciudad. La cobertura wifi es inexistente en las habitaciones y ni siquiera en las zonas comunes. Y, sobre todo, el acceso, que no tiene nombre: el hotel se halla en una especie de patio interior al que se accede por un callejón sin asfaltar, bacheado. Un rótulo minúsculo se ve desde la avenida, pero solo cuando ya lo has visto antes. Nunca dirías que el hotel se encuentra ahí metido, sobre todo viendo el 'ambiente' que lo rodea.

Relation calidad precio. BFK bien. Indication buena. Barrio seguro peri no muy lindo.

No tiene a/c. Hay circulador. Y las vents as de abren muy poco. En junior ok. RN Agosto Debra see caluroso

Excelente todo, la atención, la habitación de primer nivel con hermosa vista y amplias.

Nada